miércoles, 31 de mayo de 2017

Artículo final


Hola de nuevo. Parece que por ahora he llegado al primer campamento base. No digo cima, porque a diferencia de las montañas donde el punto más alto es inamovible, en el aprendizaje cada día cuenta y siempre habrá cosas por aprender. Pero sí he llegado al punto y final (¿o puede que no?) de este blog, al menos en lo que se refiere a la presentación de las actividades.

Cuando leí que debía crear un blog para realizar mis actividades y que iba a ser mi herramienta de trabajo tuve sensaciones encontradas. Por una parte, me parecía interesante y como no había utilizado esta metodología antes me parecía un reto. Pero había algo que me paralizaba. Tener que escribir y mostrarlo a todo a todo el universo virtual, pensar que CUALQUIERA podía leer lo que yo iba a escribir me daba bastante vértigo. ¿Y si lo que yo escribo es una locura o no tiene sentido? Me costó y bastante, pero llegué a la conclusión que serían mis locuras y mis sinsentidos. Este es mi blog y estas son mis ideas.

Había algo más. Este es mi primer año en La Salle, pero ya había oído mucho hablar de Irune.  Mucho y muy bien, pero también sabía que es muy exigente.

Con todo esto cree mi blog. El primer paso era más o menos fácil. Elegir un nombre. La ardilla corre es la primera poesía que me aprendí en el colegio cuando era pequeña. Mi familia recuerda que la iba recitando continuamente. Este era el momento de hacerle un homenaje a esa poesía y a la profesora que me la enseñó.  Elegido el nombre y el diseño solo quedaba decirle a todo el mundo que existía y ponerme manos a la obra.


Cada bloque de contenidos llevaba incluida la realización de una actividad. Comencé a leer los contenidos del bloque 1 y recibí el primer jarro de agua fría. Me di cuenta de que no tenía ni idea de qué era en realidad, la literatura infantil y mucho menos cual era la diferencia entre los diferentes tipos de textos. Para mí, había cuentos y libros más o menos didácticos. Punto. No había oído en la vida el término Paraliteratura. Mal empezaba.
Comenzaba el bloque 1 con un repaso por la historia de la literatura infantil. Poco a poco me fui introduciendo en el tema. Acomodándome. A llegar al siglo XX y sobre todo a los años 50-60, el ritmo productivo se aceleraba, al igual que también cambiaba el punto de vista.  Me sorprendió ver como siempre ha habido una excesiva obsesión de enseñar contenidos y de buscarle una parte moralizante. De hecho, yo pensaba que así debía ser. Nunca había reflexionado sobre la importancia de buscar el placer y el entretenimiento. En este bloque descubrí y aprendí que un texto literario debe tener unas características. Debe ser artístico, con una función lingüística poética que puede ser un texto narrativo una obra teatral o un texto poético y que en su mayoría son textos de ficción.  Un texto literario enseña, pero no lo hace de una forma explícita.  En este bloque empecé a utilizar unos documentos que me han ido acompañando en todo el cuatrimestre. Las tablas de edades con sus características propias. No es que no las supiera, pero han sido mi documento guía a lo largo de este proceso. Ser consciente de ellas me ha hecho darme cuenta de que muchas veces he podido presentar un libro que no era el más adecuado para esos receptores. Hago mención especial al documento de Irune sobre las pautas para regalar libros, pero también al de Consuelo Armijo sobre el Nosense (maravillosa reflexión).
En el bloque además nos enseñaba a analizar un texto de autor. Si bien es cierto que siempre me he fijado y le he dado importancia al tamaño del libro, a sus ilustraciones, a su tipografía además del contenido en sí mismo, ahora lo hago con mucha mayor seguridad y sabiendo por qué y en qué me he de fijar.
Una vez visto el tema tocaba hacer la actividad.  Elegí un libro que para mí es especial. Y así lo hice saber. Lo hemos leído infinidad de veces en casa y además retrata un poco como ha sido mi infancia. Buscarles más utilidades a los objetos, aunque parecieran ridículas, era una de nuestras diversiones en casa. Creo que me puse colorada al leer los buenos comentarios de mis compañeros sobre mi texto.
Por otra parte, yo debía también comentar los textos de otros compañeros. Al principio pensé, bueno esto se hace rápido. Error. Bueno, podría haberlo hecho, pero no hubiera sido correcto ni justo. Mis compañeros han dedicado tiempo a hacer sus trabajos y se merecen que les dediques un tiempo a leerlos. Me ha encantado esta metodología, lo digo ya. He aprendido preparando mis entradas, pero he aprendido muchísimo leyendo las de los demás.  Todos teníamos las mismas directrices, pero cada uno ha creado sus entradas de una forma diferente. Como cotilla innata que soy, me leí muchísimas entradas y descubrí un montón de libros que no conocía y que ya han pasado a mi listado.

Bien, ya sabía la diferencia entre texto literario y texto paraliterario, en qué debía fijarme a la hora de analizar un texto, pero llegaba otro termino que desconocía. Literatura folclórica, bloque 2.  Todos esos cuentos que me contaba mi madre para así tenerme quieta un rato, sus retahílas y sus nanas estaban ahí incluidos. Y descubrí que el origen de los textos folclóricos era parecido a lo que hacía mi madre. Sin hoguera, eso sí. La humanidad se ha construido gracias a la transmisión oral. He conocido las distintas versiones de diferentes recopiladores sobre los textos folclóricos, la clasificación de los cuentos y sus características propias. Pero lo que más me ha gustado es ver la importancia de usar estos textos en el aula. Yo era de las que quitaba mucho vocabulario pensado que no lo iba a entender, en lugar de decirlo y explicarlo haciendo así que creciera su vocabulario. ¡Y esa manía de que todos los personajes deben ser buenos! Pues no, también los hay malos. Como en la vida. Y desde luego la importancia de tener muy en cuenta a quien dirigimos los cuentos (otra vez me voy a las tablas de las características e intereses por edades).

Cuando vi la cantidad de documentos anexos que había del bloque me llevé las manos a la cabeza. Pero de pronto comencé a leerlos y con Bettelheim me enganché.  Sin darme cuenta me leí y releí el libro (para hacer la actividad subí y bajé bastantes veces por el texto online). La aventura de oír de Ana Pelegrín ha sido un texto que he utilizado desde entonces para las demás actividades.
Cuando llegó el momento de adaptar mis textos estaba un poco asustada. Leí otros blogs y mis compañeras habían modificado en general mucho los textos.  Yo había descubierto que no era necesario cambiar la historia ni el final, simplemente con buscar un texto adecuado para su edad y explicar lo que no entendieran sería suficiente. Recuerdo que una compañera me dijo que mi texto era un poco largo, y lo acorté. Lo que no dije es que era la segunda vez que le metía tijera. Pero me encantó que me lo dijera porque uno de mis defectos es no saber concretar. Tiendo a enrollarme y dejarme ir….  Agradecí los comentarios de mis compañeros. Para el tercer texto quería hacerlo de un recopilador español. Me lancé con Fernán Caballero. Encontré una edición maravillosa y que me cautivó. Y encontré adivinanzas, otro tipo de texto folclórico y de que nunca habría dicho que lo era… Si en el caso de los refranes, ahí veía más claramente la relación con la tradición, pero no había hecho nunca esas mismas reflexiones para las adivinanzas.

El tercer bloque era un paso más.  Ya sabía en qué fijarme para elegir un texto, la importancia de los textos folclóricos y ahora me tocaba a mi ser la que eligiera una estrategia y la que contara un cuento. En la sesión presencial se habló de que cada uno podía tener un proceso para decidir cómo llevar a cabo el taller cooperativo. Decidí no agobiarme e ir paso a paso.  Nunca me había dado cuenta de las diferencias entre cada una de ellas, de hecho, las he mezclado toda mi vida sin impunidad.
Recojo la frase del bloque 3 que dice así …” los niños no se convierten automáticamente en buenos oyentes. “. Hay que buscar el momento y crear un clima propicio. Además de detallar las características de cada estrategia, se volvía a poner de relieve la importancia de prestar atención a mis oyentes. Sus gestos mientras yo lea o cuente el cuento me van a decir si están o no interesados en la actividad. Si yo disfruto, ellos lo van a hacer. Mi entonación, mis gestos, mi posición todo ello va a definir el éxito o no de la actividad.  Interactuar con ellos y hacerles partícipes de la actividad es imprescindible.  Y las preguntas… ups… la primera que siempre había hecho era esa de …cuéntame que ha pasado… como si yo fuera un policía en un interrogatorio. Preguntas abiertas, que incentiven su creatividad y luego una reflexión sobre el cuento que nos lleve al diálogo y a que descubran la verdadera diversión de una tertulia y no que les hagan temblar si contestan mal. Parece obvio, pero he necesitado verlo de cerca para darme cuenta.
La preparación del taller fue muy distinta a las otras actividades. Quizá por eso la disfruté mucho. Elegí el texto (ya sabía en qué debía fijarme y fue fácil) y elegí la estrategia (acaba de aprender cómo debía hacerlo). Exponerme ante compañeros que no conozco, sin saber si lo que iba a hacer era un churro o no, era para mí una prueba más ante mi inseguridad. Salí contenta.  Fue un bloque que preparé con tiempo y que lo disfruté mucho. Había elegido un cuento con unas ilustraciones que describían a la perfección el texto y que hablaban por si solas. Debía dejar tiempo para que las vieran y pudieran apreciar su belleza y como por medio de ellas, aunque no hubieran sabido leer, podrían haberlo vuelto a contar.  Una actividad que parecía sencilla, pero que me hizo sudar. Aun así, la volvería a hacer y me ha parecido imprescindible. La hora del cuento es mucho más que ese ratito de lectura. Es un momento de escuchar, de disfrutar y de compartir. 


Y llegó Semana Santa y el bloque 4, la creación literaria. Al leer la guía sobre lo que debía hacer casi muero del susto. ¡Inventarme textos!! Y encima realizarlos. Como pollo sin cabeza empecé a pensar y a preparar textos, en prosa y en verso. Quería dejarlo hecho y publicado antes de irme de vacaciones. Hasta que leí con detenimiento la guía de nuevo. No, no tenía que hacer lo que estaba preparando.  Una parte sí, pero solo una parte. Así que dejé de lado los borradores que había preparado de cuentos (espero retomarlos porque con uno de ellos me he quedado con la espinita de no hacerlo) y comencé a hacer lo que realmente se me pedía. Mira que es fácil seguir la guía. Pues aquí un ejemplo de cómo no hacerlo.
Una vez superado el soponcio decidí disfrutarlo. Volví a leerme el bloque 4 y también los anteriores, para ser sinceros. Este bloque te exigía tener muy presentes los contenidos anteriores. Antes de decidirme a preparar un texto con niños debía contar con sus intereses en función de su etapa evolutiva (otra vez más las tablas), la importancia de la estructura, los personajes que iba a utilizar y que permitieran identificarse al niño, tener claro que tipo de texto iba a crear. De pronto, pase de mi miedo inicial a hacer un texto a pensar que era una idea increíble. 3 textos y usando estrategias diferentes. Para el verso usé el acróstico. Me pareció un ejercicio de reflexión buenísimo. Era pararme y pensar cómo soy, que palabras, gestos me definen y como me ven los demás. Mi nombre es largo, 8 letras, eso me iba a permitir ir dando pinceladas poco a poco. ¡Me encantó! Y lo mejor es que creo que es una actividad perfecta para clase. Hacerla entre todos. Pensar las características de un compañero y verbalizarlas, buscar una frase que comience por una letra para poder dar tu idea. Una actividad muy completa.
Para hacer la actividad de creación en prosa leí varias veces las propuestas. Había varias que me encantaban como las historias mudas o el binomio fantástico, bueno en general todas. Elegí los apellidos. Para hacer esta actividad tuve que pedir ayuda. Rápidamente varios de los amigos de mi hijo de la urbanización se presentaron voluntarios. Doy gracias a todos ellos y a sus madres que están sufriendo (aunque también disfrutando, sobre todo los niños) con mi paso por el grado de Magisterio. Salió mucho mejor de lo que pensaba. Y rápida. Fue una actividad rápida. Me di cuenta de que verdaderamente se puede realizar en el aula y así ampliar nuestra biblioteca además de pasar un rato genial y hacer una reflexión sobre nuestras familias.
Quedaba la actividad de creación dramática. Volví a revisar las notas sobre las características de cada etapa. Vi los miedos. Y de pronto, me vino la idea. Una obra que les hiciera ver ese miedo de otra forma, como algo cercano, con personajes con unos sentimientos como los suyos.
Las actividades para crear textos me parecieron muy interesantes. Primero porque es una forma de ampliar la biblioteca de aula y además porque si les involucro en el proceso, su interés aumenta exponencialmente. Pero lo que más me ha gustado de este bloque es ver que soy capaz de realizarlo y tal y como Irune nos pedía, es decir, de forma rápida.  Al revisar los blogs de mis compañeros descubrí técnicas que me encantaron, baratas y reutilizables. Pero también me di cuenta de que este ha sido el bloque más difícil para todos. Una cosa es comentar o adaptar, pero crear desde cero es mucho más difícil. Es aquí donde tienes que tener en cuenta todo lo anterior e ir paso a paso. Errores como crear un texto paraliterario o no tener en cuenta las edades y sus intereses pueden ser fáciles de cometer. Y desde luego hemos tenido que trabajar la creatividad, la imaginación. Creo que ha sido una actividad imprescindible por lo completa que es.

Y por fin el bloque 5. La verdad es que apenas conozco a mis compañeros. Pero como me acababa de comentar en el blog Alejandra, decidí preguntarle si le parecía bien que el bloque 5 lo hiciéramos juntas. Fui feliz al ver su respuesta. Me dijo que seríamos tres en el grupo. Silvia, Alejandra y yo.
La biblioteca de aula creo y por la experiencia que he tenido, es un rincón al que no se le suele hacer mucho caso. Libros rotos, sin orden, libros para edades que no corresponden con el aula… Siempre me ha chocado ese poco interés por el rincón de la biblioteca, pero ahora, después de lo aprendido a lo largo de estos meses, me sorprende mucho más el poco uso real que se hace de él. Si la maestra no muestra interés por ese rincón, ¿Cómo va a pretender que sus alumnos lo tengan? Incentivar la motivación, el interés me parece fundamental. La importancia de crear un espacio con un ambiente agradable, cálido, que permita intimidad, un lugar donde vivir y compartir experiencias. En el bloque hemos visto algunas estrategias para la animación a la lectura y para trabajar la creatividad. Al dotar de contenidos nuestra aula tenemos que tener MUY (y lo escribo en mayúsculas) en cuenta la edad de nuestros alumnos, sus características evolutivas y desde luego, sus intereses. Errar en esto puede suponer el fracaso de nuestra biblioteca.  No creo que sea difícil si seguimos los pasos hasta ahora aprendidos.  Disponer de un espacio para el disfrute de la lectura, un acercamiento a la literatura infantil, un lugar donde crear y recrear textos no es sólo importante porque lo diga un Real Decreto. Lo es porque con él van a crecer, van a imaginar, van a jugar, a compartir, van a disfrutar.
Con esto visto tocaba crear nuestra propia biblioteca. Ya lo dije en el post de este bloque y lo vuelvo a decir. Trabajar con estas dos compañeras (Alejandra y Silvia) ha sido un placer. Orden, interés, involucradas desde el primer momento, aportando ideas. El post fluyó y lo preparamos bastante rápido. Trabajar en equipo no es fácil. Cada uno tenemos nuestra forma de pensar, de expresarnos, nuestros propios problemas personales. Sin embargo, estos problemas no estaban presentes. Y creo que se vio reflejado en el trabajo.  Al comentar otros trabajos, vi otros formatos, planos muy elaborados y sobre todo listados de bibliotecas de aula que dan ganas de cogerlos y llevárselos.
Es una de las cosas que más me ha gustado de esta metodología. Compartir los contenidos y aprender a ver el punto de vista de otras personas. Desgraciadamente, no había tenido oportunidad de hacerlo antes. Hasta ahora, había hecho muchos trabajos y se los había enviado a la profesora. Y punto. Ahí quedaba mi aprendizaje.  Pero de esta forma, he podido aprender de otros, de sus aciertos y errores. Sin duda un aprendizaje mucho más completo. Cuando un compañero te dice que se te ha olvidado poner o relacionar algo o que hay algo que no has explicado con claridad y encima te lo dice antes que la profe y te da tiempo a modificarlo, es algo maravilloso. 😊
Ha sido una asignatura con una parte teórica, necesaria e imprescindible, pero lo mejor es que he podido poner en práctica lo que iba aprendiendo. Sirve de poco estudiar un listado de cosas en las que he de fijarme, unas tablas con las características evolutivas de los alumnos si luego no utilizo esos conocimientos. De hecho, los olvidaría si no los uso.  Las actividades me han servido para poner en práctica la teoría, para reflexionar y para darle mi punto de vista a lo aprendido. Tengo ganas de poder llevar a cabo con mis alumnos todo lo que he aprendido. Esta asignatura me ha servido (entre otras cosas) para demostrarme que puedo hacerlo, que debo creer más en mí misma.
Hace tiempo encontré una frase de María Montessori que dice “La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle”. En esta asignatura Irune nos ha hecho ver cosas que unas veces no sabíamos, pero otras nos las ha tenido recordar y poner por escrito para que nos diéramos cuenta. Y a continuación nos ha dejado que voláramos con nuestras actividades para poder crecer.

Un placer y una alegría haberla cursado. Una pena que se acabe y que no haya podido disfrutar de todas las sesiones presenciales con Irune. Sé que me hubiera llevado la mochila más cargada aún.
Por último, y respecto a la bibliografía/ webgrafía que he ido utilizando para la realización de este blog, al acabar cada post aparece toda ella. No puedo olvidar los apuntes de la asignatura, los textos complementarios y los blogs de los compañeros. No obstante, dejo aquí una lista de otros lugares a los que he acudido y a los que os recomiendo ir.

¡Gracias por todo!

Mercedes



REFERENCIAS

Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE). Recuperado de: http://waece.org/inicio.html  Página web en la que puedes acudir al rincón de los padres, acudir a la enciclopedia, ver iniciativas, reportajes, vídeos. Los reportajes que incluyen en sus boletines (hay que darse de alta) suelen ser bastante interesantes.


Biblioabrazo Blog. Recuperado de: https://biblioabrazo.wordpress.com/ Blog sobre biblioteca escolar y literatura infantil. Bien escrito.


Blog Librería Recuperado de: http://www.eldragonlector.es/ Página web de una librería, pero en la que puedes ver propuestas de libros interesantes.


Donde Viven Los Monstruos: LIJ Blog.  Recuperado de: http://romanba1.blogspot.com.es/ Un blog donde da gusto perderse entre reflexiones, selecciones de libros o leyendo sus curiosidades. Merece la pena .


RAE. Diccionario Recuperado de: http://dle.rae.es/?w=diccionario Una de las páginas que más uso.


Villanueva, A.  Yo no quiero ir a esta escuela. Recuperado de: https://noestaescuela.com/enlaces/ Enlaces a artículos, frases y vídeos interesantes.

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