miércoles, 31 de mayo de 2017

Artículo final


Hola de nuevo. Parece que por ahora he llegado al primer campamento base. No digo cima, porque a diferencia de las montañas donde el punto más alto es inamovible, en el aprendizaje cada día cuenta y siempre habrá cosas por aprender. Pero sí he llegado al punto y final (¿o puede que no?) de este blog, al menos en lo que se refiere a la presentación de las actividades.

Cuando leí que debía crear un blog para realizar mis actividades y que iba a ser mi herramienta de trabajo tuve sensaciones encontradas. Por una parte, me parecía interesante y como no había utilizado esta metodología antes me parecía un reto. Pero había algo que me paralizaba. Tener que escribir y mostrarlo a todo a todo el universo virtual, pensar que CUALQUIERA podía leer lo que yo iba a escribir me daba bastante vértigo. ¿Y si lo que yo escribo es una locura o no tiene sentido? Me costó y bastante, pero llegué a la conclusión que serían mis locuras y mis sinsentidos. Este es mi blog y estas son mis ideas.

Había algo más. Este es mi primer año en La Salle, pero ya había oído mucho hablar de Irune.  Mucho y muy bien, pero también sabía que es muy exigente.

Con todo esto cree mi blog. El primer paso era más o menos fácil. Elegir un nombre. La ardilla corre es la primera poesía que me aprendí en el colegio cuando era pequeña. Mi familia recuerda que la iba recitando continuamente. Este era el momento de hacerle un homenaje a esa poesía y a la profesora que me la enseñó.  Elegido el nombre y el diseño solo quedaba decirle a todo el mundo que existía y ponerme manos a la obra.


Cada bloque de contenidos llevaba incluida la realización de una actividad. Comencé a leer los contenidos del bloque 1 y recibí el primer jarro de agua fría. Me di cuenta de que no tenía ni idea de qué era en realidad, la literatura infantil y mucho menos cual era la diferencia entre los diferentes tipos de textos. Para mí, había cuentos y libros más o menos didácticos. Punto. No había oído en la vida el término Paraliteratura. Mal empezaba.
Comenzaba el bloque 1 con un repaso por la historia de la literatura infantil. Poco a poco me fui introduciendo en el tema. Acomodándome. A llegar al siglo XX y sobre todo a los años 50-60, el ritmo productivo se aceleraba, al igual que también cambiaba el punto de vista.  Me sorprendió ver como siempre ha habido una excesiva obsesión de enseñar contenidos y de buscarle una parte moralizante. De hecho, yo pensaba que así debía ser. Nunca había reflexionado sobre la importancia de buscar el placer y el entretenimiento. En este bloque descubrí y aprendí que un texto literario debe tener unas características. Debe ser artístico, con una función lingüística poética que puede ser un texto narrativo una obra teatral o un texto poético y que en su mayoría son textos de ficción.  Un texto literario enseña, pero no lo hace de una forma explícita.  En este bloque empecé a utilizar unos documentos que me han ido acompañando en todo el cuatrimestre. Las tablas de edades con sus características propias. No es que no las supiera, pero han sido mi documento guía a lo largo de este proceso. Ser consciente de ellas me ha hecho darme cuenta de que muchas veces he podido presentar un libro que no era el más adecuado para esos receptores. Hago mención especial al documento de Irune sobre las pautas para regalar libros, pero también al de Consuelo Armijo sobre el Nosense (maravillosa reflexión).
En el bloque además nos enseñaba a analizar un texto de autor. Si bien es cierto que siempre me he fijado y le he dado importancia al tamaño del libro, a sus ilustraciones, a su tipografía además del contenido en sí mismo, ahora lo hago con mucha mayor seguridad y sabiendo por qué y en qué me he de fijar.
Una vez visto el tema tocaba hacer la actividad.  Elegí un libro que para mí es especial. Y así lo hice saber. Lo hemos leído infinidad de veces en casa y además retrata un poco como ha sido mi infancia. Buscarles más utilidades a los objetos, aunque parecieran ridículas, era una de nuestras diversiones en casa. Creo que me puse colorada al leer los buenos comentarios de mis compañeros sobre mi texto.
Por otra parte, yo debía también comentar los textos de otros compañeros. Al principio pensé, bueno esto se hace rápido. Error. Bueno, podría haberlo hecho, pero no hubiera sido correcto ni justo. Mis compañeros han dedicado tiempo a hacer sus trabajos y se merecen que les dediques un tiempo a leerlos. Me ha encantado esta metodología, lo digo ya. He aprendido preparando mis entradas, pero he aprendido muchísimo leyendo las de los demás.  Todos teníamos las mismas directrices, pero cada uno ha creado sus entradas de una forma diferente. Como cotilla innata que soy, me leí muchísimas entradas y descubrí un montón de libros que no conocía y que ya han pasado a mi listado.

Bien, ya sabía la diferencia entre texto literario y texto paraliterario, en qué debía fijarme a la hora de analizar un texto, pero llegaba otro termino que desconocía. Literatura folclórica, bloque 2.  Todos esos cuentos que me contaba mi madre para así tenerme quieta un rato, sus retahílas y sus nanas estaban ahí incluidos. Y descubrí que el origen de los textos folclóricos era parecido a lo que hacía mi madre. Sin hoguera, eso sí. La humanidad se ha construido gracias a la transmisión oral. He conocido las distintas versiones de diferentes recopiladores sobre los textos folclóricos, la clasificación de los cuentos y sus características propias. Pero lo que más me ha gustado es ver la importancia de usar estos textos en el aula. Yo era de las que quitaba mucho vocabulario pensado que no lo iba a entender, en lugar de decirlo y explicarlo haciendo así que creciera su vocabulario. ¡Y esa manía de que todos los personajes deben ser buenos! Pues no, también los hay malos. Como en la vida. Y desde luego la importancia de tener muy en cuenta a quien dirigimos los cuentos (otra vez me voy a las tablas de las características e intereses por edades).

Cuando vi la cantidad de documentos anexos que había del bloque me llevé las manos a la cabeza. Pero de pronto comencé a leerlos y con Bettelheim me enganché.  Sin darme cuenta me leí y releí el libro (para hacer la actividad subí y bajé bastantes veces por el texto online). La aventura de oír de Ana Pelegrín ha sido un texto que he utilizado desde entonces para las demás actividades.
Cuando llegó el momento de adaptar mis textos estaba un poco asustada. Leí otros blogs y mis compañeras habían modificado en general mucho los textos.  Yo había descubierto que no era necesario cambiar la historia ni el final, simplemente con buscar un texto adecuado para su edad y explicar lo que no entendieran sería suficiente. Recuerdo que una compañera me dijo que mi texto era un poco largo, y lo acorté. Lo que no dije es que era la segunda vez que le metía tijera. Pero me encantó que me lo dijera porque uno de mis defectos es no saber concretar. Tiendo a enrollarme y dejarme ir….  Agradecí los comentarios de mis compañeros. Para el tercer texto quería hacerlo de un recopilador español. Me lancé con Fernán Caballero. Encontré una edición maravillosa y que me cautivó. Y encontré adivinanzas, otro tipo de texto folclórico y de que nunca habría dicho que lo era… Si en el caso de los refranes, ahí veía más claramente la relación con la tradición, pero no había hecho nunca esas mismas reflexiones para las adivinanzas.

El tercer bloque era un paso más.  Ya sabía en qué fijarme para elegir un texto, la importancia de los textos folclóricos y ahora me tocaba a mi ser la que eligiera una estrategia y la que contara un cuento. En la sesión presencial se habló de que cada uno podía tener un proceso para decidir cómo llevar a cabo el taller cooperativo. Decidí no agobiarme e ir paso a paso.  Nunca me había dado cuenta de las diferencias entre cada una de ellas, de hecho, las he mezclado toda mi vida sin impunidad.
Recojo la frase del bloque 3 que dice así …” los niños no se convierten automáticamente en buenos oyentes. “. Hay que buscar el momento y crear un clima propicio. Además de detallar las características de cada estrategia, se volvía a poner de relieve la importancia de prestar atención a mis oyentes. Sus gestos mientras yo lea o cuente el cuento me van a decir si están o no interesados en la actividad. Si yo disfruto, ellos lo van a hacer. Mi entonación, mis gestos, mi posición todo ello va a definir el éxito o no de la actividad.  Interactuar con ellos y hacerles partícipes de la actividad es imprescindible.  Y las preguntas… ups… la primera que siempre había hecho era esa de …cuéntame que ha pasado… como si yo fuera un policía en un interrogatorio. Preguntas abiertas, que incentiven su creatividad y luego una reflexión sobre el cuento que nos lleve al diálogo y a que descubran la verdadera diversión de una tertulia y no que les hagan temblar si contestan mal. Parece obvio, pero he necesitado verlo de cerca para darme cuenta.
La preparación del taller fue muy distinta a las otras actividades. Quizá por eso la disfruté mucho. Elegí el texto (ya sabía en qué debía fijarme y fue fácil) y elegí la estrategia (acaba de aprender cómo debía hacerlo). Exponerme ante compañeros que no conozco, sin saber si lo que iba a hacer era un churro o no, era para mí una prueba más ante mi inseguridad. Salí contenta.  Fue un bloque que preparé con tiempo y que lo disfruté mucho. Había elegido un cuento con unas ilustraciones que describían a la perfección el texto y que hablaban por si solas. Debía dejar tiempo para que las vieran y pudieran apreciar su belleza y como por medio de ellas, aunque no hubieran sabido leer, podrían haberlo vuelto a contar.  Una actividad que parecía sencilla, pero que me hizo sudar. Aun así, la volvería a hacer y me ha parecido imprescindible. La hora del cuento es mucho más que ese ratito de lectura. Es un momento de escuchar, de disfrutar y de compartir. 


Y llegó Semana Santa y el bloque 4, la creación literaria. Al leer la guía sobre lo que debía hacer casi muero del susto. ¡Inventarme textos!! Y encima realizarlos. Como pollo sin cabeza empecé a pensar y a preparar textos, en prosa y en verso. Quería dejarlo hecho y publicado antes de irme de vacaciones. Hasta que leí con detenimiento la guía de nuevo. No, no tenía que hacer lo que estaba preparando.  Una parte sí, pero solo una parte. Así que dejé de lado los borradores que había preparado de cuentos (espero retomarlos porque con uno de ellos me he quedado con la espinita de no hacerlo) y comencé a hacer lo que realmente se me pedía. Mira que es fácil seguir la guía. Pues aquí un ejemplo de cómo no hacerlo.
Una vez superado el soponcio decidí disfrutarlo. Volví a leerme el bloque 4 y también los anteriores, para ser sinceros. Este bloque te exigía tener muy presentes los contenidos anteriores. Antes de decidirme a preparar un texto con niños debía contar con sus intereses en función de su etapa evolutiva (otra vez más las tablas), la importancia de la estructura, los personajes que iba a utilizar y que permitieran identificarse al niño, tener claro que tipo de texto iba a crear. De pronto, pase de mi miedo inicial a hacer un texto a pensar que era una idea increíble. 3 textos y usando estrategias diferentes. Para el verso usé el acróstico. Me pareció un ejercicio de reflexión buenísimo. Era pararme y pensar cómo soy, que palabras, gestos me definen y como me ven los demás. Mi nombre es largo, 8 letras, eso me iba a permitir ir dando pinceladas poco a poco. ¡Me encantó! Y lo mejor es que creo que es una actividad perfecta para clase. Hacerla entre todos. Pensar las características de un compañero y verbalizarlas, buscar una frase que comience por una letra para poder dar tu idea. Una actividad muy completa.
Para hacer la actividad de creación en prosa leí varias veces las propuestas. Había varias que me encantaban como las historias mudas o el binomio fantástico, bueno en general todas. Elegí los apellidos. Para hacer esta actividad tuve que pedir ayuda. Rápidamente varios de los amigos de mi hijo de la urbanización se presentaron voluntarios. Doy gracias a todos ellos y a sus madres que están sufriendo (aunque también disfrutando, sobre todo los niños) con mi paso por el grado de Magisterio. Salió mucho mejor de lo que pensaba. Y rápida. Fue una actividad rápida. Me di cuenta de que verdaderamente se puede realizar en el aula y así ampliar nuestra biblioteca además de pasar un rato genial y hacer una reflexión sobre nuestras familias.
Quedaba la actividad de creación dramática. Volví a revisar las notas sobre las características de cada etapa. Vi los miedos. Y de pronto, me vino la idea. Una obra que les hiciera ver ese miedo de otra forma, como algo cercano, con personajes con unos sentimientos como los suyos.
Las actividades para crear textos me parecieron muy interesantes. Primero porque es una forma de ampliar la biblioteca de aula y además porque si les involucro en el proceso, su interés aumenta exponencialmente. Pero lo que más me ha gustado de este bloque es ver que soy capaz de realizarlo y tal y como Irune nos pedía, es decir, de forma rápida.  Al revisar los blogs de mis compañeros descubrí técnicas que me encantaron, baratas y reutilizables. Pero también me di cuenta de que este ha sido el bloque más difícil para todos. Una cosa es comentar o adaptar, pero crear desde cero es mucho más difícil. Es aquí donde tienes que tener en cuenta todo lo anterior e ir paso a paso. Errores como crear un texto paraliterario o no tener en cuenta las edades y sus intereses pueden ser fáciles de cometer. Y desde luego hemos tenido que trabajar la creatividad, la imaginación. Creo que ha sido una actividad imprescindible por lo completa que es.

Y por fin el bloque 5. La verdad es que apenas conozco a mis compañeros. Pero como me acababa de comentar en el blog Alejandra, decidí preguntarle si le parecía bien que el bloque 5 lo hiciéramos juntas. Fui feliz al ver su respuesta. Me dijo que seríamos tres en el grupo. Silvia, Alejandra y yo.
La biblioteca de aula creo y por la experiencia que he tenido, es un rincón al que no se le suele hacer mucho caso. Libros rotos, sin orden, libros para edades que no corresponden con el aula… Siempre me ha chocado ese poco interés por el rincón de la biblioteca, pero ahora, después de lo aprendido a lo largo de estos meses, me sorprende mucho más el poco uso real que se hace de él. Si la maestra no muestra interés por ese rincón, ¿Cómo va a pretender que sus alumnos lo tengan? Incentivar la motivación, el interés me parece fundamental. La importancia de crear un espacio con un ambiente agradable, cálido, que permita intimidad, un lugar donde vivir y compartir experiencias. En el bloque hemos visto algunas estrategias para la animación a la lectura y para trabajar la creatividad. Al dotar de contenidos nuestra aula tenemos que tener MUY (y lo escribo en mayúsculas) en cuenta la edad de nuestros alumnos, sus características evolutivas y desde luego, sus intereses. Errar en esto puede suponer el fracaso de nuestra biblioteca.  No creo que sea difícil si seguimos los pasos hasta ahora aprendidos.  Disponer de un espacio para el disfrute de la lectura, un acercamiento a la literatura infantil, un lugar donde crear y recrear textos no es sólo importante porque lo diga un Real Decreto. Lo es porque con él van a crecer, van a imaginar, van a jugar, a compartir, van a disfrutar.
Con esto visto tocaba crear nuestra propia biblioteca. Ya lo dije en el post de este bloque y lo vuelvo a decir. Trabajar con estas dos compañeras (Alejandra y Silvia) ha sido un placer. Orden, interés, involucradas desde el primer momento, aportando ideas. El post fluyó y lo preparamos bastante rápido. Trabajar en equipo no es fácil. Cada uno tenemos nuestra forma de pensar, de expresarnos, nuestros propios problemas personales. Sin embargo, estos problemas no estaban presentes. Y creo que se vio reflejado en el trabajo.  Al comentar otros trabajos, vi otros formatos, planos muy elaborados y sobre todo listados de bibliotecas de aula que dan ganas de cogerlos y llevárselos.
Es una de las cosas que más me ha gustado de esta metodología. Compartir los contenidos y aprender a ver el punto de vista de otras personas. Desgraciadamente, no había tenido oportunidad de hacerlo antes. Hasta ahora, había hecho muchos trabajos y se los había enviado a la profesora. Y punto. Ahí quedaba mi aprendizaje.  Pero de esta forma, he podido aprender de otros, de sus aciertos y errores. Sin duda un aprendizaje mucho más completo. Cuando un compañero te dice que se te ha olvidado poner o relacionar algo o que hay algo que no has explicado con claridad y encima te lo dice antes que la profe y te da tiempo a modificarlo, es algo maravilloso. 😊
Ha sido una asignatura con una parte teórica, necesaria e imprescindible, pero lo mejor es que he podido poner en práctica lo que iba aprendiendo. Sirve de poco estudiar un listado de cosas en las que he de fijarme, unas tablas con las características evolutivas de los alumnos si luego no utilizo esos conocimientos. De hecho, los olvidaría si no los uso.  Las actividades me han servido para poner en práctica la teoría, para reflexionar y para darle mi punto de vista a lo aprendido. Tengo ganas de poder llevar a cabo con mis alumnos todo lo que he aprendido. Esta asignatura me ha servido (entre otras cosas) para demostrarme que puedo hacerlo, que debo creer más en mí misma.
Hace tiempo encontré una frase de María Montessori que dice “La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle”. En esta asignatura Irune nos ha hecho ver cosas que unas veces no sabíamos, pero otras nos las ha tenido recordar y poner por escrito para que nos diéramos cuenta. Y a continuación nos ha dejado que voláramos con nuestras actividades para poder crecer.

Un placer y una alegría haberla cursado. Una pena que se acabe y que no haya podido disfrutar de todas las sesiones presenciales con Irune. Sé que me hubiera llevado la mochila más cargada aún.
Por último, y respecto a la bibliografía/ webgrafía que he ido utilizando para la realización de este blog, al acabar cada post aparece toda ella. No puedo olvidar los apuntes de la asignatura, los textos complementarios y los blogs de los compañeros. No obstante, dejo aquí una lista de otros lugares a los que he acudido y a los que os recomiendo ir.

¡Gracias por todo!

Mercedes



REFERENCIAS

Asociación Mundial de Educadores Infantiles (AMEI-WAECE). Recuperado de: http://waece.org/inicio.html  Página web en la que puedes acudir al rincón de los padres, acudir a la enciclopedia, ver iniciativas, reportajes, vídeos. Los reportajes que incluyen en sus boletines (hay que darse de alta) suelen ser bastante interesantes.


Biblioabrazo Blog. Recuperado de: https://biblioabrazo.wordpress.com/ Blog sobre biblioteca escolar y literatura infantil. Bien escrito.


Blog Librería Recuperado de: http://www.eldragonlector.es/ Página web de una librería, pero en la que puedes ver propuestas de libros interesantes.


Donde Viven Los Monstruos: LIJ Blog.  Recuperado de: http://romanba1.blogspot.com.es/ Un blog donde da gusto perderse entre reflexiones, selecciones de libros o leyendo sus curiosidades. Merece la pena .


RAE. Diccionario Recuperado de: http://dle.rae.es/?w=diccionario Una de las páginas que más uso.


Villanueva, A.  Yo no quiero ir a esta escuela. Recuperado de: https://noestaescuela.com/enlaces/ Enlaces a artículos, frases y vídeos interesantes.

sábado, 13 de mayo de 2017

Actividad 5. La biblioteca de aula

¡Hola de nuevo! Pasito a pasito vamos llegando al final de esta aventura.

Esta última actividad consistía en crear una biblioteca de aula. Este post lo he realizado con la ayuda de Silvia Martínez y Alejandra Navarro. Un pedazo de compañeras. Chicas, ¡un placer haber trabajado con vosotras!

Ahora ya sí, comenzamos.

Pensar en una biblioteca es, indudablemente, pensar en lectura, pero no debemos reducirlo sólo a eso. La biblioteca debe ser como una cocina en la que se van a crear ideas, experiencias, y donde nosotras, como maestras, debemos proporcionales los ingredientes (cuentos, materiales para crearlos, juegos…), enseñarles estrategias y técnicas (dinamización). Porque en la cocina no todo son filetes a la plancha, ni en una biblioteca solo se lee.

En la mayoría de las aulas de Educación Infantil encontramos el rincón de la biblioteca. Ese suele ser el problema. Según la definición de la RAE, rincón es un escondrijo o lugar retirado. (ver: http://dle.rae.es/srv/fetch?id=WUIVKs7) Muchas veces es un espacio casi imperceptible, una simple estantería llena de libros sin orden. Es el lugar al que suelen acudir los alumnos cuando sobra tiempo o si llueve y no se puede salir al patio.

La biblioteca de aula debe ser un espacio de aprendizaje, donde los alumnos puedan investigar, descubrir, divertirse, relajarse y respirar la tranquilidad y emoción que transmiten los libros. Es una herramienta imprescindible en el proceso de enseñanza aprendizaje. Es necesario, en los alumnos de infantil, el fomento de la lectura y el contacto con la literatura. La lectura es un instrumento para el desarrollo global de las personas y desde luego para la socialización. Nuestros alumnos no saben leer aún, pero disfrutan con otras formas de transmisión cultural. 





La escasa formación de los profesores sobre los beneficios del uso de la biblioteca de aula, así como de elegir unos buenos contenidos es uno de los principales problemas. Si un maestro disfruta y le da importancia a la lectura para sus alumnos también lo será.

En el libro escrito por Rafael Rueda (2009) y titulado La biblioteca de aula infantil: el cuento y la poesía nos cuenta que la biblioteca de aula debe servirnos como centro de investigación, no como algo puntual. Debemos usarla a diario. Solo de esta forma les transmitiremos a nuestros alumnos la importancia que tiene.

Despertarles el interés por conocer va a ser la base de su aprendizaje. Sin interés no hay aprendizaje. En la biblioteca de aula se favorecen estas situaciones de aprendizaje. Aprender a moverse por una biblioteca, su orden, su estructura será también un aprendizaje de gran utilizad en su vida futura.

Nuestro objetivo en esta actividad es crear un aula con una biblioteca que sea un lugar mágico, en la que nuestros alumnos se sientan cómodos, descubran el maravilloso mundo de la literatura, tanto a través de la lectura como de otras actividades. Queremos que nuestra biblioteca sea una fuente de experiencias. Cuentos, juegos, adivinanzas, teatros y todo lo que se nos ocurra. 

Asimismo, Rafael Rueda nos explica que la biblioteca de aula debe ser un espacio dentro del aula, apartado del resto, tranquilo, agradable para trabajar o leer, en el que no molesten los compañeros que están realizando otras actividades. Es importante que sea un espacio bien iluminado, con luz natural, preferiblemente. La luz nos transmite energía, es nuestra fuente de vida. Una lámpara de pie con flexo le puede dar una calidez a nuestro espacio para los días nublados. La luz es un elemento esencial en el crecimiento de los niños. Un espacio con luz natural ayuda a la concentración y afecta positivamente a su estado emocional. 



Nuestra biblioteca pertenece a un aula de tercero de segundo ciclo de Educación Infantil del colegio Miguel de Unamuno en Madrid. En la actualidad el espacio dedicado a la biblioteca de aula es una única estantería en la que además de los libros encontramos todo tipo de materiales.




• ¿Cómo hacer la biblioteca de aula?

Nuestra propuesta es remodelar esta aula para otorgarle un lugar específico a la zona de biblioteca de aula. Estaría situada en un lateral del aula utilizando una parte del gran ventanal. Pero no sólo eso. Vamos a transformar ese aérea en un espacio ordenado, cómodo y motivador.
La decoración y la ambientación tienen un papel didáctico muy importante. Hacer partícipe al alumno de la decoración, organización y diseño del espacio es una tarea fundamental. La biblioteca de aula debe ser agradable, con elementos motivadores y elementos caseros, que le recuerde a la comodidad de casa.

Nuestra biblioteca de aula tendrá un carácter funcional, es decir, todos los niños que quieran, tendrán acceso a ella. Cuando se acabe una actividad se le puede recordar a los niños, que pueden acercarse al espacio del juego simbólico, al de las construcciones, al de al de los disfraces, y por supuesto, al de lectura. Quizá no todos los niños necesiten jugar a todas horas, o moverse por todos los espacios del aula, tal vez, en ocasiones, les apetezca acercarse al rincón de lectura o el de la biblioteca para mirar sentados un cuento, para relajarse después de tanta actividad o simplemente para estar tumbados solos un rato.

• Decoración de nuestra biblioteca de aula

Nuestra biblioteca de aula es un espacio que invita a relajarse. Para lograr que sea un espacio tranquilo, cómodo, acogedor, luminoso, y espacioso, hemos diseñado nuestra biblioteca de tal forma que cuente con los elementos básicos: dispondremos en el suelo de una alfombra, que cubra todo el espacio posible; extenderemos en el suelo unos cojines, que cada niño traerá de su casa, así será un elemento que ellos sientan como suyo y que lo relacionen directamente con su casa. Por último, un elemento que consideramos enriquecedor y útil para nuestro espacio de lectura son unas telas que colgaremos del techo. Estas telas serán del tipo raso, de tal forma que permitan pasar la luz natural de las ventanas y no den una sensación de demasiada oscuridad al espacio de la biblioteca. Así lograremos que sea un espacio muy especial y más íntimo para los niños. Por esta razón, la biblioteca estará situada cerca de las ventanas, en un lugar amplio y lejos de la puerta de la clase para evitar ruidos del exterior.


Contaremos con estanterías que estén al alcance de los niños, y los libros estarán situados de tal manera que lo primero que se vea sea la portada del libro, y no su canto, para provocar una mayor atracción a simple vista y facilitarles a los niños que los cojan mejor.
Dispondremos también de otro estante a su alcance o de una caja grande de plástico transparente donde los niños irán dejando aquellos libros que traigan de casa, para que no se mezclen con los que son del cole, y así les ofrecemos a ellos más variedad para elegir y que no se aburran de mirar, leer u ojear los mismos libros siempre.

En la pared de nuestro espacio de lectura colocaremos un tablón dónde pegaremos todas las fotos de los niños de la case leyendo, o con algún cuento en la mano. Así los niños también verán que es un espacio para compartir, donde podemos entrar y estar todos.
Haremos y pegaremos también en la pared un cartel donde pongamos las normas que tiene que tener nuestra biblioteca, entre las que estarán hablar bajito, cuidar los cuentos, no romperlos o guardarlos en su sitio siempre que usemos alguno.

• Gestión de la biblioteca

Para la gestión de la biblioteca contaremos con numerosos elementos característicos y que nos ayudarán a todos a la organización de nuestro espacio de lectura y a que todos los niños se sientan partícipes de ella. En primer lugar, diremos que cada niño tiene su propio carnet de lectura, donde pondremos su nombre, la clase a la que pertenece y su foto.

Estos carnets individuales los guardará la maestra en una bandeja todos juntos y haremos responsable cada día a un niño de la clase para que los reparta cuando alguno quiera acercarse a ese rincón y coger un libro.




La maestra guardará en clase unas listas de control y las usará para llevar un orden en lo que se refiere a los libros que se llevan y que devuelven los niños. Cada libro del aula estará numerado, según los niños que haya en clase. En esa lista se apunta los nombres de todos los niños y el número de libro que se llevan (el número lo tiene puesto en la esquina inferior derecha del libro).

En el cuaderno de control, a la izquierda se ponen los nombres de los alumnos y en la parte superior, los números que pone en cada libro. La maestra marca con una "x" el número de libro que se quiera llevar un niño y cuando lo devuelve, pone un círculo pequeño justo debajo de esa "x". Con esta simple dinámica se lleva un control de los libros que ha leído cada alumno. Además, les ayudamos a recordar de esta forma que deben devolver el libro que se han llevado antes de coger otro.



Los libros de la clase estarán separados de los libros que cada niño traiga de su casa. Por un lado, para evitar el desorden y por otro para que aprendan a ser responsables con los cuentos. Les explicaremos que los libros son de todos y que hay que compartirlos.



A un lado de nuestra biblioteca, estarán los estantes de los libros que son del cole, y al otro lado estarán las cajas de plástico grandes donde estarán los libros que hayan traído de casa o los que quieran devolver.

Cada semana habrá un niño responsable de la biblioteca y será el encargado de que los libros estén en el estante o la caja que tengan que estar, que los cojines estén colocados y que no haya ningún otro material de otro espacio de la clase que se nos haya quedado dentro del rincón de la lectura.

 Contenido en relación con el momento evolutivo

Nuestra clase, la clase de las jirafas, está compuesta por 22 niños de 5 -6 años (último curso del segundo ciclo de Educación Infantil). Por ello, y con el objeto de poder ofrecerles una diversa experiencia artística, nuestra biblioteca de aula cuenta con más del doble de libros (46). La elección o realización de éstos, se ha llevado a cabo partiendo de los intereses, las necesidades y las motivaciones del momento evolutivo en el que se encuentran.

Piaget, ya nos adelantaba que a esta edad los niños se encuentran en la etapa preoperacional, más exactamente en el estadio del pensamiento intuitivo.  En este momento, interiorizan como verdadero aquello que pueden percibir por sus sentidos. Entienden el mundo en función de su capacidad de pensamiento, por este motivo necesitan experimentar los textos por ellos mismos para así poder comprenderlos. 

Los terrores, el autocontrol, la autoestima, la colaboración, las normas, el arrepentimiento, etc.  Son los sentimientos que caracterizan esta etapa.

Por otro lado, hemos tenido muy presente su el deseo constante de descubrir, su interés por conocer el mundo y para ello, hemos seleccionado experiencias que les pueden ofrecer una variedad de respuestas de una manera creativa y significativa.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que son pre- lectores, es decir, muchos de ellos tienen aún la necesidad de poder conocer y descifrar ese código secreto que desprenden las letras. Para poder responder a esta necesidad no hemos perdido de vista:

              - El formato: libros manejables, de tal forma que puedan cogerlos y pasar las hojas por ellos mismos.
              - La tipografía: letra de los textos adecuada para introducirse en la lectura, completamente legible (clara y con amplios espacios).  Nuestro objetivo con esto, no es que los niños lean, sino facilitar el acceso a las letras si es que ellos realmente quieren o tienen deseo por ello.
              - Las imágenes: atractivas y se relacionan de manera clara con el texto.
              - Lenguaje: apropiado para los destinatarios, con un vocabulario sencillo, frases simples y adjetivos calificativos que les permita poco a poco ir aumentando sus conocimientos.
 
Finalmente, podemos decir que los fondos de nuestra biblioteca de aula están formados por:

  • Libros literarios: son los que más abundan en nuestra biblioteca de aula, a través de ellos los niños se identifican con el personaje, con sus sentimientos y con sus emociones.  Ocupan un 60% de nuestro total de libros.
  • Libros paraliterarios: son libros didácticos, que tienen como principal objeto mostrar o explicar los contenidos de nuestro proyecto. (20%)
  • Creaciones propias: son textos elaborados por la maestra, por ellos mismos o en colaboración. Podemos encontrar textos en prosa, en verso o incluso creaciones dramáticas (15%)
  • Textos traídos de casa (10%): tienen la oportunidad de traer de forma temporal o permanente aquellos libros que deseen.
  • Textos folclóricos (5%): a diferencia de los textos literarios en los que los niños se identifican con el personaje, los niños ven en éstos, aquellas personas en las que les gustaría transformarse.

A continuación, os presentamos algunos ejemplos de los textos que se encuentran en nuestra biblioteca:

. El ratón que se comió la luna. Autor: Peter Horacek. Editorial: Juventud
 . ¿A qué sabe la luna? Autor: Michael Grejniec. Editorial: Kalandraka
.  Orejas de mariposa. Autor: Luisa Aguilar. Ilustrador: André Neves. Editorial: Kalandraka. 


. Adivina cuanto te quiero. Autor: Sam McBratney. Ilustrado: Anita Jeram. Editorial: Kalandraka

. Amelia quiere un perro. Autor: Tim Bowley. Ilustrador: Anita Jeram. Editorial: Kókinos.

. Donde viven los monstruos. Autor: Maurice Sendak

 
. Camuñas. Autor: Margarita del Mazo. Ilustrador: Charlotte Pardi. Editorial: OQO Editora. 

. El punto. Autor: Peter H. Reynolds. Editorial: Serres



• Dinamización y animación

Nuestro objetivo principal es que nuestros pequeños entiendan la biblioteca como un lugar mágico y especial que les espera siempre con los brazos abiertos. No queremos que vean éste como un rincón cualquiera, sino como una puerta que les introduce en el maravilloso mundo de los sueños. Dentro de él, y gracias a nuestra diversidad de libros, cada niño podrá simbolizar y representar todo tipo de sentimientos y emociones.

En el momento que las cortinas de nuestro rincón se cierran todos nos sumergimos en nuestra historia dejando atrás todo lo acontecido.

Para dinamizar y animar nuestro rincón contamos con la figura de Lula nuestra jirafa, ella representa la esencia de nuestra clase, Las Jirafas.



Lula vive en el rincón de lectura y nos acompaña en cada una de nuestras historias. Además, viaja a cada hogar acompañada siempre de un libro. Cada viernes uno de nuestros pequeños, “el encargado”, tiene el privilegio de llevarse uno de nuestros textos de la mano de Lulla, a la vuelta nos cuenta o nos lee el texto elegido con la ayuda de ésta.

Lula también nos ayuda en nuestras creaciones. Una vez a la semana intentamos crear un texto usando cada vez una técnica diferente (dibujo, secuencias, historias mudas, binomio fantástico, etc.)  De esta forma, nuestra a bandeja de creaciones ha ido aumentando cada vez más y más. Al final del curso, repartimos los textos para que así cada uno de nuestros alumnos tenga un recuerdo de nuestro rincón.

Otra actividad motivadora es el taller de cuentos que realizamos los martes por la tarde. Cada semana nos visita un padre, un abuelo, un tío o cualquier familiar. Comparte con nosotros un texto que sea o haya sido significativo para él.

. Conclusiones

Y así, hemos llegado al final.

Esta sería para nosotras (Alejandra Navarro, Silvia Martínez y Mercedes García) nuestra aula ideal. Al preparar este post nos hemos llevado una sorpresa. Pensábamos que muchos colegios o escuelas de Educación Infantil disponían de este rincón de lectura. Todo lo contrario. Muchas veces no existe este espacio, los libros están desordenados, sin clasificar y los cuentos no han sido elegidos según las características propias de los alumnos de esa edad. Otras veces, los libros no están a su alcance, haciéndoles creer que no pueden disfrutar de la literatura aun o pueden hacerlo, pero sólo cuando la profesora se lo indica, siendo así una obligación no un placer. ¿De qué nos sirve explicarles a los niños que la lectura es muy importante si no les dejamos que estén en contacto con ella?

Amas lo que conoces. Si en casa ven la lectura como parte de la vida en familia es más que probable que, al llegar al cole, deseen formar parte de la familia lectora del aula. Cuando un familiar acude a un centro a contar un cuento, a leer una historia o a hacer un teatro y los niños ven cómo está disfrutando al realizar la actividad, hace que los alumnos disfruten con ella. Ya no es sólo que lo diga la profesora y que sea una obligación, es también que el papá de…, el abuelo de…, el tío de… le gusta leer y “nos enseña muchas cosas”.

Estamos convencidas de que a través de las actividades de dinamización se potencia el interés por la lectura. Muchas veces los niños (y los no tan niños) ven la lectura como algo aburrido y no como el mundo mágico lleno de sorpresas y aventuras que es. Permitir elegir el texto o la actividad o hacerles partícipes del proceso creador son acciones que no deberíamos dejar nunca de lado. El tener una mascota en el rincón de lectura que sea la que introduzca las actividades, la que trae los cuentos y que además pueda viajar con ellos a casa los fines de semana potencia y le da continuidad al proyecto. ¿Quién no quiere llevarse la mascota a casa, mostrársela a sus familiares y luego contar en clase lo que has hecho con ella? En la biblioteca además se aprende a escuchar, a respetar, a trabajar en equipo. Básico y fundamental y no solo en la Educación Infantil.

Gracias por haber leído hasta aquí. Sabemos que es un post largo. Pero cuando te pones a hablar de cosas que te gustan, ¡es muy difícil parar!


REFERENCIAS

Camarero Zarza, N. (2013). La biblioteca de aula en Educación Infantil. TFG. UNIR. Recuperado de: http://reunir.unir.net/bitstream/handle/123456789/1711/2013_02_18_TFM_ESTUDIO_DEL_TRABAJO.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Construyendo una biblioteca de aula (2012). Recuperado de: http://www.clave21.es/files/articulos/G10_Biblioteca.pdf

Esther Herrmann, Antonia Misch, Victoria Hernández-Lloreda y Michael Tomasello. “Uniquely human self-control begins at school age”, Developmental Science 18 (6), noviembre 2015. DOI: 10.1111/desc.12272.

Fernández Zalazar, D. Algo acerca del periodo preoperatorio.

Herrero, J. Módulo docente de Psicología de la Educación (2016). Madrid: La Salle.
La biblioteca de aula en Educación Infantil (2010). Recuperado de: http://publicacionesdidacticas.com/hemeroteca/articulo/007057/articulo-pdf

La biblioteca de aula: Multitud de actividades (2007). Recuperado de: http://www.redes-cepalcala.org/revista/articulos/N2_biblioteca.pdf

La importancia de la luz natural en las escuelas infantiles (2014). Villaviciosa Digital. Ayuntamiento de Villaviciosa de Odón. Recuperado de: https://villaviciosadigital.es/la-importancia-de-la-luz-natural-en-las-escuelas-infantiles/

Labajo, I. Módulo docente de Literatura infantil. (2017). Madrid: La Salle.

Rueda, R. (2009). La biblioteca de aula infantil: el cuento y la poesía. Recuperado de:  https://books.google.es/books?id=rqDy3bxLPXQC&printsec=frontcover&hl=es#v=onepage&q&f=false

Severo, A. (2012) Teorías del aprendizaje: Jean Piaget

domingo, 7 de mayo de 2017

Creación literaria


Un paso más en mi camino. Llega el momento de la creación literaria. 

No hay duda de que en las bibliotecas públicas encontramos todo tipo de libros para disfrutar y hacer que los niños disfruten. Sin embargo, no siempre es posible conseguirlos. Unas veces no están disponibles o no los tienen en catálogo. Si hablamos de la biblioteca de un centro educativo tenemos muchas veces, un problema mayor. El económico. Para subsanar este escollo hay muchos tipos de soluciones que pueden adaptarse a nuestras necesidades mejor o peor. Hay veces que los padres aportan dinero para comprar más material, otras veces traen libros a su elección o indicados por los profesores o incluso se realizan salidas a la biblioteca pública.
Hay una solución a la que todos podemos acudir, independientemente de nuestro problema, para tener una completa biblioteca. Solo es necesario dos elementos: Creatividad e imaginación.
Si, ya sé que he puesto SOLO…y que, aunque sean dos palabras, son dos grandes palabras. Pero todos tenemos imaginación y creatividad. Hay que trabajarla, porque a veces la tenemos un poco estancada. Afortunadamente (y lo digo con envidia) los niños la tienen a flor de piel.
Para la actividad de crear un texto en prosa elegí la técnica del escudo.  A los niños, y a los no tan niños, suele gustarles el tema de caballeros y castillos. A partir de los 3 años, los niños empiezan a comprender la secuencia en la que ocurren las cosas. Entre los 4 y 5 años tienen un gran interés  por lo que ocurre en su entorno y en buscarle una explicación. Imaginar la historia de tu familia ayudará en la secuenciación de los hechos, a hacer una reflexión sobre las características de los miembros de la familia y a crear un mayor vínculo con ellos.  
En la antigüedad, las familias nobles tenían un escudo en el que se mostraban los elementos que les definían. En base a eso, yo cree el escudo de mi familia: Los López-García.   

A continuación, le enseñé mi escudo a tres niños que quisieron trabajar conmigo en esta actividad. Quiero dar las gracias también desde aquí a Miguel, Ricardo y Eva.
Primero, les expliqué el origen de mi escudo. Me conocen bien y sabían que lo que les contaba no era del todo cierto. Efectivamente, no tenemos origen medieval, pero mi escudo sí que describe perfectamente cómo es nuestra familia. La historia que les narré fue la siguiente:
De origen medieval, los López García siempre fueron conocidos por su amor a la naturaleza y su pasión por disfrutar al aire libre. Un equipo perfecto.
Los López siempre fueron amantes de las montañas y el frío. Los García más de la playa y del calor.
El amor por la familia y de disfrutar el tiempo juntos, les hacía olvidar sus diferencias.
Los López-García nunca fueron a la guerra. No por falta de valentía. A ellos les gustaba más solucionar los problemas hablando.
Tanto a los mayores como a los pequeños les gustaba leer. Libros, libros y más libros encontrabas por su castillo.
Eran grandes escaladores. No se detenían ante un nuevo reto. Con esfuerzo y tesón no había montaña que se les resistiera.

Les encantó mi historia. Ahora tocaba que ellos dibujaran su escudo y me contaran su historia.

Miguel de 4 años y medio se puso rápidamente a ello.







Al acabar, me contó primero qué era lo que había en su escudo.
§  Un balón, porque a su padre le encanta el fútbol.
§  Una flor, porque les gusta oler flores, aunque a su hermana Eva le dan alergia.
§  Una pulsera naranja y con brillantes colgando porque a su familia les gusta estar guapos y, además, el naranja es su color favorito.
§  Un corazón, porque se quieren mucho.
§  Y dos soles amarillos porque para ellos es el color de la alegría y, ellos son una familia muy alegre.

 Y luego decidió contarme su historia. Tomé notas y con un poco de ayuda su historia quedó así.
La familia Del Pozo Sastre procede de una antigua familia de reyes muy valientes y deportistas.
Los caballeros Del Pozo con sus cascos y sus plumas en la cabeza siempre han sido amantes del futbol. Han marcado muchos goles y jugado muchos partidos.
Les gustan las flores, verdes, como los árboles. Aunque las amarillas, como las margaritas, también son sus favoritas.
Son una familia muy alegre, como el sol. Les gusta mucho estar juntos y hacerse cosquillas.
Estar guapos les encanta, por eso, llevan pulseras con brillantes de colores.
Lo mejor de la familia es que se quieren mucho.


Llegó el momento de pasar la historia del escudo de Miguel a un libro. 
Elegí la forma de un escudo, por razones obvias. 

El exterior de goma eva y copiando el diseño hecho por Miguel. Para ello utilicé diferentes materiales.



Quería dar relieve a los elementos tal y como aparecen en los escudos que se colocaban a la puerta de las casas.







Dentro la historia que me había contado Miguel del origen de su familia en cartulina. En cada página, una frase y un dibujo.











De tamaño un poco más pequeño que folio en posición vertical. Suficiente para que ellos lo puedan manejar con soltura.
Es cierto que las tapas de goma eva no le dan gran fortaleza al libro. Para darle más firmeza puse por el interior de las tapas a "modo sándwich" otro trozo de goma eva. Así el libro queda mucho más consistente. Para unir las hojas de cartulina con las tapas de goma eva he usado unas grapas. Colocadas en los extremos para conseguir una mayor fijación.

Para colocarlo en la biblioteca, y puesto que tiene una forma parecida a un triángulo sólo habrá que colocarlo con la parte en la que aparece el título hacia abajo. Para la letra he intentado hacer una letra clara, de buen tamaño. Podría hacerlo con letra de imprenta, seguramente mucho más clara, pero quiero que este libro sea único y por ello prefiero que sea a letra manuscrita. Las ilustraciones las pueden realizar ellos, así será mucho más personal.

El siguiente punto era la creación literaria en verso.

Siempre me han parecido ingeniosos los acrósticos. Nunca había escrito uno, así que me ha parecido un buen momento para hacerlo. Mi nombre está formado por 8 letras, tres sílabas y las tres con la misma vocal, la E. Cada frase comienza con una de esas letras. La suma de todas las frases, ¡me dibujan bastante bien!
Muy nerviosa e inquieta
Enfermiza de pequeña
Reírse forma parte de su vida
Corazón no le falta
Escuchimizada dice su madre
Divertida sus amigos
Escalar su deporte
Siempre mirando hacia delante, y si miras esto de arriba abajo su nombre verás reflejado.
Estaréis pensando que cómo se me ha ocurrido poner esa palabra tan rara (escuchimizada). Primero porque mi madre la ha usado toda su vida conmigo y segundo porque existe. Echadle un ojo a la definición de la RAE.
Creo que hacer esta actividad con los alumnos de 5 años puede ser perfecta. Por una parte, porque creo que con ella se descubre que todos somos la suma de cualidades, de formas de actuar y de pensar. Somos mucho más que un nombre.
Por otra parte, a esta edad, ya les hemos introducido en el mundo de la lectoescritura. Conocen las letras y van descubrir el misterio de la palabra oculta. ¡Qué nervios!, ¿Cuál es la siguiente letra? Y por supuesto, y no podía faltar, nos ofrece imaginación y creatividad. ¿Qué frase podemos decir que comience con esa letra?
Podemos hacerlo del nombre de los alumnos. Si el acróstico lo hacemos entre toda la clase la actividad además vamos a poder observar cómo ven y definen a sus compañeros. Aunque su vocabulario es mucho más amplio que en cursos anteriores, encontrar una palabra que además de definirles, comiencen por una letra determinada puede ser complicado. Por ello vamos a pedirles que sea la frase lo que deba comenzar por esa letra.  Al principio, ¡puede salir de todo! De eso se trata. Imaginación, creatividad y diversión. Poco a poco irán cogiendo la dinámica, el ritmo y conseguirán hacer frases que les definan.


Hay una actividad que comenzamos un día en el coche volviendo de pasar el día en el campo. Íbamos mi hermana, mi sobrino Bruno de 5 años, mi hijo y yo. Faltaban pocos días para la celebración del Día del Libro e íbamos hablando de Gloria Fuertes. Mi hermana y yo hemos leído muchos de sus libros y aun recordamos sus poemas. La tortuga presumida o Don Pirulí de la Habana son poemas que nos sabemos de memoria.  Gloria fuertes nos regaló también un poema llamado Parejas.


Cada abeja con su pareja.
Cada pato con su pata.
Cada loco con su tema.
Cada tomo con su tapa.
Cada tipo con su tipa.
Cada pito con su flauta.
Cada foco con su foca.
Cada plato con su taza.
Cada río con su ría.
Cada gato con su gata.
Cada lluvia con su nube.
Cada nube con su agua.
Cada niño con su niña.
Cada piñón con su piña.
Cada noche con su alba.

Los atascos en el coche dan para mucho así que busqué el poema y se lo leí a los niños. Fue una lectura pausada, para que pudieran interiorizar los que les iba leyendo y modulando bien la voz de tal forma que quedaran claras las dos partes de la pareja.  Al acabar, les pregunté si les apetecía que continuáramos este poema.  Les dije debíamos pensar parejas, cosas que siempre deban ir juntas. Al principio les costó, bueno, nos costó a todos. Pero poco a poco nos fueron saliendo. Como ayuda íbamos pensando por habitaciones de una casa cosas que encontramos que vayan siempre juntas (en la cocina, en el baño, en la habitación). De esta forma fuimos cogiendo ritmo...

Cada día con su sol.
Cada bote con su tapa.
Cada astronauta con su nave.
Cada partido de futbol con su pelota.
Cada guante con el otro.
Cada leche con sus galletas.
Y la sopa con fideos.
Cada esponja con su gel.
Cada hijo con sus padres,
cada padre, con sus padres.
Las fresas con nata.


Esta actividad puede parecer más difícil y al principio lo es, pero también es muy divertida y creativa. Desde aquí os insto a que lo intentéis.

Por último, la creación dramática.

Saber expresar los sentimientos para mí es la base de las personas. Saber ponerte en la piel de otra persona e intentar reproducir sus sentimientos y emociones va a abrirnos en la relación con ellas.
A la edad de 4-5 años uno de los miedos típicos es la oscuridad. Si a eso le añadimos una tormenta con mucho ruido, tenemos el germen de una noche en vela. Tratar el tema de las tormentas con humor, verlo desde otro punto de vista les va a ayudar a superar ese miedo e incluso a querer ver una tormenta. Utilizaremos una representación teatral para intentar conseguir nuestro objetivo. Hacerles partícipes de la creación es el método más adecuado para trabajar el miedo. Son ellos los que saben qué es lo que les preocupa o asusta, y por lo tanto son ellos los que mejor nos lo van a explicar. Utilizaré la estrategia de juego de rol.
Intentar que se aprendan un texto al pie de letra no es mi finalidad, es más, creo que no sería realista. Para muchos alumnos el tener que exponerse ante sus compañeros e interpretar puede producirles vergüenza, nerviosismo o incluso que se bloquee. Queremos que disfruten y que no que lo pasen mal. Nunca vamos a obligar a un niño a que actúe o se exponga. Ya llegará el momento en el que quiera hacerlo.
Va a ser SU obra. Eso significa que ellos van a “escribir” el texto con sus frases, sus pensamientos y sus gestos.
Para comenzar les preguntaría si les gustan las tormentas. ¿Sabéis que es un trueno y un relámpago? Quiero que se metan en situación, que me cuenten lo que saben, que dejen salir lo que realmente piensan. Pintaría en la pizarra los tres elementos de las tormentas: lluvia, relámpago y truenos. ¿Y si estos tres elementos formaran parte de una compañía de teatro? ¿Y si cada vez que vienen a vernos estuvieran actuando?
A continuación, les propondría hacer una obra de teatro en la que ellos sean los personajes de la tormenta. El texto lo irían construyendo ellos con sus frases, sus ideas, propondrán los gestos, los sonidos. Seguro que alguno de los alumnos habla de su miedo a las tormentas. Propongámosle ser el protagonista de la obra.
Como es probable que nos estén mirando extrañados comenzaría yo la narración. A través de preguntas guiadas le iríamos dando forma a nuestra obrita.

NARRADOR: Era tarde y Yago tenía que irse a dormir. Fuera había una terrible tormenta. La lluvia golpeaba los cristales (hacemos el ruido de la lluvia en los cristales). Los relámpagos iluminaban la habitación (hacemos con gestos el destello de un relámpago) y el ruido de los truenos hacía temblar la habitación (hacemos el ruido de un gran trueno).  La madre de Yago entra en la habitación para darle las buenas noches.
MAMÁ: A dormir cariño, que es tarde....
YAGO: Pero mamá, no puedo dormir. Está lloviendo, la habitación se ilumina y hay mucho ruido.
MAMÁ: Venga cariño ya verás como sí que puedes.
La madre da un beso a Yago y sale de la habitación.
YAGO: Tengo miedo.  No me gustan la lluvia, no me gustan los relámpagos y no me gustan los truenos.
NARRADOR: En la calle lluvia, relámpago y trueno oyeron a Yago. Entristecidos por lo que acababan de oír, quisieron ir a hablar con Yago. Con mucho cuidado entraron en la habitación. Lluvia entro primero, mojando la cara de Yago.
Lluvia hace que suelta gotas y Yago hace que se seca la cara.
NARRADOR: Después entra relámpago, iluminando tanto la habitación que Yago tiene que cerrar los ojos.
Relámpago hace gestos con sus manos como si fuera un gran destello. Yago hace que la luz le deslumbra.
NARRADOR: Por último, entra trueno con todo su ruido.
Trueno hace mucho ruido. Yago pone cara de susto con ese ruido.
YAGO: ¿Quiénes sois?
LLUVIA: Somos lluvia, relámpago y trueno. No queremos asustarte.
RELÁMPAGO: Somos un grupo de teatro.
TRUENO:  Pero no somos muy buenos.
LLUVIA: Yo con mi ritmo siempre mojo a todos. Mira: chas, chas, chas, chas. (mueve las manos salpicando al niño)
RELÁMPAGO:  Yo doy demasiada luz
TRUENO: Yo siempre grito demasiado (Lo dice en tono muy alto)
LLUVIA: Nunca nos quieren contratar. Dicen que somos molestos.
Ponen caras tristes.
YAGO: guauuuu, no sabía que erais artistas.
LLUVIA: Claro, con mis gotas hago la música del principio. (sonido de lluvia)
RELAMPAGO: Y entonces yo ilumino el escenario. (destellos)
TRUENO: ¡Y después llegó yo con mi canción! (sonido de truenos)
YAGO: Me gusta vuestro ritmo. Sois marchosos. Aunque un poco desafinados...
NARRADOR: Los tres elementos se miran entre ellos...
YAGO: Ahora ya sé que no me queréis asustar. ¡Venid otro día a verme!
LLUVIA, RELÁMPAGO Y TRUENO: Así lo haremos.
NARRADOR: Y los tres salieron de la habitación haciendo lo que mejor sabían hacer: mojando, iluminando y tronando.

Aunque no hay muchos personajes, la obra la pueden realizar entre toda la clase. Los “efectos especiales” son muy importantes. Si hay tiempo podemos hacer unos disfraces, incluso usar un pulverizador para mojar al compañero.

Y hasta aquí otra actividad más. Espero que hayáis disfrutado del escudo, la tormenta y que me conozcáis un poco más con mi acróstico.  Yo desde luego lo he hecho.  Ha sido una actividad a la que me enfrenté con miedo, no os voy a mentir. Pero reconozco que luego ha sido más fácil de lo que pensaba. Ahora se que puedo hacerlo y espero seguir haciéndolo.

¡Hasta pronto!

REFERENCIAS
Diccionario de la lengua española. RAE. Recuperado de: http://dle.rae.es/

Documentos del Bloque 4 de la asignatura Literatura Infantil- Grado en Educación Infantil- La Salle. Recuperado de: https://online.lasallecampus.es/mod/resource/view.php?id=2410

Heraldaria. Recuperado de: https://www.heraldaria.com/armorial.php

Labajo Gonzalez, I. (2017). Teoría de la asignatura Literatura Infantil- Grado en Educación Infantil- La Salle.  Recuperado de: https://online.lasallecampus.es/pluginfile.php/9339/mod_resource/content/1/Literatura%20infantil_teor%C3%ADa.pdf

Rodari, G. (1983). Gramática de la fantasía. Recuperado de: https://online.lasallecampus.es/mod/resource/view.php?id=2413