miércoles, 15 de marzo de 2017

Actividad 2: Textos folcóricos


Hola lectores, este mes debíamos hacer una selección de textos folclóricos.
Cuando hablamos de literatura folclórica nos referimos a textos sin autor, que han sido trasmitidos a través del paso del tiempo por medio de la tradición oral y que más tarde algunos autores recogieron. Algunos ejemplos de recopiladores son los hermanos Grimm, C. Perrault, o Hans Christian Andersen o como ejemplos españoles tenemos a Fernán Caballero, Saturnino Calleja o Aurelio Espinosa.
El objetivo de todos estos autores era el mismo, intentar que no se olvidaran estos cuentos. Desde luego existen infinidad de adaptaciones de los cuentos originales. Es más, cada país, cada pueblo, cada narrador introduce sus adaptaciones adecuándose a su contexto, a quién dirija el cuento.  Y es que inicialmente los cuentos folclóricos no estaban pensados para niños. Se contaban en reuniones familiares, cuando la familia estaba reunida, o lo contaba alguien que venía de lejos… Todos ellos reflejaban la cultura, las costumbres, los miedos, los anhelos de la población. Por eso, actualmente hay partes de estos cuentos que nos parecen violentas o machistas o simplemente inadecuadas.
¿Por qué es importante usar textos folclóricos en el aula?
Cuando contamos un cuento en el aula, o utilizamos cualquier texto folclórico, se crea un ambiente mágico. A través de nuestras palabras, nuestro ritmo, tono, vamos a trasladar al niño a otros lugares. Estamos uniendo a nuestros alumnos con su cultura, les estamos “otorgando signos de identidad” nos dice A. Pelegrín (1991) en su obra La aventura de Oír. Estos viajes que hagamos con ellos a otros lugares y épocas les hará desarrollar la imaginación, la memoria, la atención y a la vez le estaremos enseñando costumbres, rituales o expresiones de otra época. La estructura lineal de los cuentos va a ayudarnos en su comprensión. Debemos utilizar estos momentos para estimular las relaciones entre ellos. Van a participar, comentar, desarrollar su lenguaje oral…Nos puede servir para que aquellos más tímidos participen, los más inquietos encontrarán tranquilidad y en general todos van a disfrutar.  

En su libro “Psicoanálisis de los cuentos de hada” Bruno Bettelheim remarcaba que la tarea más importante de la educación era encontrarle un sentido a la vida. Esto se consigue a través de experiencias. Con los cuentos le estamos ofreciendo estas experiencias. Le servirán para comprenderse a sí mismo y a los demás, para relacionarse con otros y con el mundo que le rodea, además de aprender que de mayor puede aportar grandes cosas a la vida.
Encontramos muchos tipos de textos folclóricos. Los hay en verso como las retahílas o los refranes, adivinanzas, juegos. Fernán Caballero en su libro “Adivinanzas, acertijos y refranes populares” nos muestra algunos de ellos. Rescato por ejemplo refranes como “Los dedos de la mano no son iguales”, “En febrero busca sombra el perro, y en marzo, el perro y su amo”, “Gato con guante no caza ratón”. O adivinanzas como “¿Qué cosa es que entra en el río y no se moja?”. Cualquiera de ellos podemos utilizarlos en el aula. Las adivinanzas estimularán el ingenio de nuestros alumnos, con los refranes aprenderán costumbres de la época, características de las estaciones o enseñanzas morales. En prosa encontramos teatro con el que nuestros alumnos interiorizarán argumentos, vocabulario, aprenderán roles. Y por supuesto encontramos cuentos. Cuentos de hadas o maravillosos, de animales, de fórmula, como los cuentos mínimos o los cuentos de nunca acabar.
Los textos folclóricos se repetirán las veces que queramos, muchas veces será porque ellos nos lo pidan. Al repetirles el cuento, intentaremos usar las mismas palabras, gestos, entonación. De esta forma, vamos a ayudarles a asimilarlo, a guardarlo en su memoria. La repetición va ayudar a mejorar la memoria auditiva y conseguiremos así una agilidad a la hora de asimilar los contenidos de forma oral.
Para contar un cuento debemos crear un ambiente tranquilo, en el que los oyentes (nuestros alumnos) se sientan en un ambiente propicio para la escucha y para poder dejarse llevar por el viaje que le proponemos. Creo que lo mejor es huir de una estructura estricta de la clase. Ellos deben estar cómodos. Antiguamente se hacía alrededor de una hoguera. Nosotros no podemos hacer eso en el aula, pero sí que podemos estar en círculo, permitiendo que estén sentados o tumbados.  Creo que hay algo maravilloso y es el silencio que se crea cuando contamos un cuento. No es que les obliguemos a estar en silencio, sino que estarán absortos en el relato, expectantes.  La prisa la debemos dejar para otro momento. La narración de un cuento lleva un tiempo que hay que respetar. Si no nos va a dar tiempo a hacerlo, es mejor dejarlo para otro día que acelerarlo y perder la esencia.  La mirada me parece otro elemento muy importante. Debemos mirara a todos nuestros oyentes, haciéndoles así partícipes del momento. Si nos centramos sólo en unos niños, el resto se sentirán excluidos y perderán el interés.
A la hora de elegir un cuento debemos antes saber si lo que vamos a contarles procede de una adaptación, una recopilación, una traducción literal o es un resumen. Cuando cogemos un libro debemos fijarnos en estos datos. No debemos olvidar que los textos folclóricos no estaban pensados para niños así que debemos huir de esas colecciones que todos hemos visto alguna vez tipo “Cuentos clásicos para niños” o “365 cuentos para niños”.
Al contar un cuento folclórico es importante mantener la esencia de este. Hay que intentar no desvirtuar la obra, podemos eliminar párrafos o metáforas y usar palabras más actuales, pero teniendo en cuenta que si hacemos esto podemos quitarle fuerza al texto. 
Respecto a los personajes, el rol o papel que ejercen tampoco debemos cambiarlo. Los habrá buenos y malos. Quitarlos o modificarlos sería cambiar la historia. No creo que tengamos que minusvalorar la comprensión de los niños.  
Vamos a adaptar el texto a nuestros alumnos y eso podemos hacerlo gracias a que conocemos bien en que momento madurativo están. Aun así, estaremos pendientes de sus caras, su actitud que serán las que nos indiquen si estamos realizando una adecuada adaptación o si el texto era apto para ellos. Cada niño es un mundo y por eso cada uno va a disfrutar más o menos con un cuento. Esto nos debe servir también para conocerles mejor.
Podemos utilizar alguna de las múltiples fórmulas para empezar el relato: Érase una vez…, Pues señor…, En un país lejano…, Hace años…, Vivía una vez…, Hace mucho tiempo…. Y lo mismo para acabar nuestro relato. Algunas fórmulas las conocemos bien, por ejemplo, ... y fueron felices y comieron perdices, ... colorín colorado este cuento se ha acabado, ... y fueron felices y comieron perdices y a mí no me dieron porque no quisieron. Otra de las cosas que debemos hacer al contar un cuento es darle una entonación, una sonoridad al cuento. Para ello, utilizaremos onomatopeyas, con nuestra voz vamos a modular las palabras y de esta forma resaltar las partes que creamos convenientes haciendo más fácil así su comprensión.  Las pausas nos van a servir para introducir personajes, para introducir nuevas acciones, pero también para que ellos participen, realicen sonidos y desde luego creo que deben servirnos como método de evaluación para saber si están atentos e interesados y poder modificar nuestra acción.
Debemos tener bien en cuenta su edad, sus intereses a la hora de elegir un texto. Mis propuestas están dirigidas a niños de tercero del segundo ciclo de infantil. En esta edad disfrutan con las historias de animales humanizados. Para ellos el proceso es más interesante que el resultado. La atención a esta edad ya está más desarrollada y podrán seguir el discurso de la narración. La memoria está también más desarrollada y aprenderán las repeticiones, canciones, retahílas con mayor rapidez. En la etapa pre operacional comienzan a tener la capacidad de ponerse en lugar de otros, por lo que disfrutarán de estos cuentos. El desarrollo de su lenguaje también nos va a marcar una diferencia. Van a disfrutar con las repeticiones, las retahílas, con las onomatopeyas, la simulación que hagamos de los ruidos de la casa, el bosque..
Bruno Bettelheim nos dice en su libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas:
Para que una historia mantenga de verdad la atención del niño, ha de divertirle y excitar su curiosidad. Pero, para enriquecer su vida, ha de estimular su imaginación, ayudarle a desarrollar su intelecto y a clarificar sus emociones; ha de estar de acuerdo con sus ansiedades y aspiraciones; hacerle reconocer plenamente sus dificultades, al mismo tiempo que le sugiere soluciones a los problemas que le inquietan. Resumiendo, debe estar relacionada con todos los aspectos de su personalidad al mismo tiempo; y esto dando pleno crédito a la seriedad de los conflictos del niño, sin disminuirlos en absoluto, y estimulando, simultáneamente, su confianza en sí mismo y en su futuro.
Al acabar la narración para fomentar el diálogo y la participación debemos lanzarles preguntas del tipo ¿Cómo era Pulgarcito?, que nos sirven para recordar las características de los personajes o repetir las retahílas o cancioncillas que hubiera. De esta forma podremos comprobar el nivel de comprensión de nuestra narración. Para fomentar la participación podemos pedirles que nos expliquen, por ejemplo, ¿Qué le dijo el ladrón a Pulgarcito?. Otras actividades que podemos ofrecer a nuestro grupo es crear un final diferente. Esto les encanta y además de trabajar su imaginación estaremos trabajando su expresión oral. Siempre podemos recurrir a las actividades artísticas, como que ellos nos dibujen la parte del cuento que más les ha gustado, crear un escenario para luego reproducir el cuento.  
Voy a presentar dos cuentos de hadas o maravillosos y sus adaptaciones para niños de 5 años. Este tipo de cuentos es una introducción al mundo imaginario. Las imágenes que crean permanecerán para siempre en su memoria.  Estas imágenes tienen significados diferentes. Por ejemplo, Pulgarcito se marcha de la casa de sus padres, como renunciando a su infancia mientras que Blancanieves es obligada a salir de ella para que su madrastra sea la más guapa del reino.  Presentan el mal como algo habitual en el mundo y contra el que hay que luchar., pero el héroe de la historia puede con todo. Es con ese con el que se va a identificar el niño.
El primer cuento que presento es Verdezuela (Rapunzel)

Recopilado por los hermanos Grimm y encuadrado dentro de los cuentos de hadas o maravillosos.  

Análisis
El texto que habéis leído es el original de los hermanos Grimm. 
Usa un lenguaje bastante sencillo y comprensible para niños. Hay palabras y expresiones que podrían explicarse. No creo que sea necesario quitarlas, solo explicarlas. Explicaría la palabra verdezuela, iracunda, arrobado, afabilidad y las frases gozar de paz y se avino a todo.
Para explicarlas bastará con cambiar el tono de la narración y a modo de inciso, explicar la palabra, para a continuación continuar con ella. De hecho, la explicación de los términos podría llegar a retirarlas después de lo haya contado varias veces. Habrán aprendido el vocabulario y no será necesario explicarlo. Las partes que se repiten son perfectas para que ellos las reciten:
"¡Verdezuela, Verdezuela, Suéltame tu cabellera!"
Recuerdo que me encantaba que mi madre me hiciera trenzas y las movía hacia delante como si quisiera lanzárselas a alguien como hacía Rapunzel (en este caso Verdezuela).
Las formas verbales no las cambiaría. Dan identidad al texto- narración. Nos sirven para ver cómo se hablaba hace tiempo, cómo se expresaban.
Es un cuento con una estructura lineal (presentación de la acción, nudo, desenlace). Tal y como nos define Propp, podemos observar que los personajes desarrollan su acción a través de las funciones: Alejamiento de sus padres/ prohibición de salir de la torre/ transgresión al dejar subir al príncipe/ Reacción del héroe / fechoría/ socorro/ Tarea difícil pues el príncipe vaga por los bosques ciego y sólo/ Tarea cumplida al encontrar a su amada/ Matrimonio.
En los cuentos maravillosos al presentar al niño a personajes con roles totalmente opuestos, le ayudamos a comprender más fácilmente la diferencia entre ambos. La bruja es malvada y el príncipe es bueno y lleno de amor. Este cuento no sería adecuado para niños menores de esta edad, que aún no tienen desarrollada su personalidad. Plantearles estos dos tipos de personalidad tan diferentes es hacerles elegir entre uno y otro y con menos edad, no están preparados. Incluso puede que con 5 tampoco.
Verdezuela tiene un gran sentimiento de soledad, tiene la necesidad de ser amada. Un sentimiento y necesidad que los niños (y adultos) tenemos. Y ella busca la solución echando las trenzas al príncipe para suba hasta la torre y así poder estar con ella. Este cuento acaba de una forma muy tradicional y feliz. El sentimiento de soledad que Verdezuela tenía ha desaparecido. Vivirá feliz con el príncipe para siempre. La niña se ha hecho mayor, es el paso de la infancia a la madurez. Verdezuela es una niña lista que supera a la bruja. Sin embargo, es ésta la que priva de libertad e independencia a la niña. Este problema es un problema habitual en los adolescentes. Será el sexo masculino, el príncipe, el que le rescate de esa privacidad de libertad. En los cuentos de hadas o maravillosos, los objetos ayudan a los personajes en los momentos más difíciles. Verdezuela tiene esas trenzas tan largas que son las que la conectan con la realidad, con el exterior.
La figura de la mujer es bastante característica en los cuentos de hadas. En este caso la bruja es malvada, ha encarcelado a nuestro personaje.
Es un cuento que presenta como valores el amor, la paciencia de Verdezuela para conseguir su objetivo que es salir de la torre y encontrar el amor que no tiene allí. Por el contrario, vemos que Verdezuela desobedece a su madrastra permitiendo entrar al príncipe en la torre. El amor del príncipe es el que motor del cuento. El amor lo puede todo y aunque queda ciego, recupera la vista en cuanto está de nuevo con su amada.  Son valores que los niños conocen bien y son fácilmente identificables en el cuento.
Después de la narración del cuento les haría preguntas como ¿Cómo crees que se siente Verdezuela en la torre?, ¿Creéis que es buena idea lo de encerrar a la chica?, ¿Cómo os escaparíais vosotros? Las respuestas de todos las iría apuntando y luego crearíamos un panel para colgarlo con los dibujos de los chicos sobre el cuento y las respuestas que han ido dando.  
El segundo cuento que os presento es Pulgarcito. Es un cuento también recopilado por los hermanos Grimm y que podéis encontrar en http://www.grimmstories.com/es/grimm_cuentos/pulgarcito. Está protagonizado por un niño de un tamaño muy pequeño, pero con un ingenio muy grande.
Análisis
Al igual que en el otro cuento el vocabulario es bastante comprensible para un niño de 5 años. Aun así, hay palabras que explicaría como cuando llaman a Pulgarcito menudencia para decir que es pequeño. Cuando dicen "la doméstica", añadiría empleada o responsable de la casa o simplemente criada como dice un poco más tarde. Es una palabra con matiz peyorativo y que podemos omitir. 
Aparecen en el texto interjecciones (Ay!) y frases que nos recuerdan a las que decían los carreteros para hacer caminar al burro/ caballo (arre, so, tras).
En los cuentos de hadas o maravillosos, los personajes se definen por la acción. Están perfectamente diferenciados, el héroe, la malvada bruja… Pulgarcito se marcha de su casa. Es una forma de renunciar a la dependencia de la infancia. Ya es mayor y sabrá como volver y así se lo dice a su padre. Deberá buscar soluciones a sus continuos problemas, escapar de los ladrones, salir de la tripa de la vaca y el lobo, aunque también nos va a presentar un tema tabú, robar o portarse mal para conseguir su libertad.
El niño se identifica con Pulgarcito porque éste sabe cómo solucionar los problemas, tiene ingenio, es aventurero. Por otra parte, plantea uno de los miedos típicos de la infancia. El miedo a la oscuridad y la angustia que ésta le produce.
Pulgarcito aprende rápidamente que no todas las personas en el mundo son buenas  y que puede haber personas que quieran aprovecharse de ti.
Es un texto acumulativo. Al pobre Pulgarcito le van ocurriendo aventuras y de todas ellas saldrá.
La estructura de Pulgarcito está construida sobre las siguientes funciones de Propp: Alejamiento, prohibición, transgresión, engaño, complicidad, fechoría, carencia, principio de la acción contraria, socorro, tarea cumplida.
Como valores que nos muestra es muy destacable que no pierde la esperanza, aunque no consiga su objetivo a la primera.  Por otra parte, utiliza el engaño para salir de las situaciones.  Aprovechando los valores y contravalores les preguntaría qué les parece las aventuras en las que se mete Pulgarcito, también les preguntaría si ellos fueran tan pequeñitos como Pulgarcito, ¿se irían de casa a correr aventuras o preferirían quedarse en casa con sus papás?. También les pediría que pensaran cómo se escaparían ellos de los ladrones, o por dónde saldrían ellos del estómago de la vaca. Con 5 años ya tienen el concepto corporal y podrían buscar “vías de escape”.
Este texto lo conocemos también con el nombre de Garbancito.
El último texto que presento es un cuento de Fernán Caballero. Bajo este nombre encontramos a Cecilia Böhl de Faber y Larrea (1796). Ella ha sido una de las figuras más representativas del costumbrismo español. En todos sus libros ella nos dice que no inventa, sino que copia. Por eso mismo debía tener un hueco en este post.
 Lo he encontrado en su libro “Cuentos de encantamiento y otros cuentos populares”. Aquí recogió algunos cuentos. Éstos con cuentos breves, con acciones rápidas, sin largas descripciones. Algo que encontramos en la mayoría de ellos es una moraleja.
Os dejo unas fotos de una edición del libro impreso en 1986 con prólogo de Carmen Bravo-Villasante que he encontrado con unas ilustraciones preciosas.




No obstante, también he encontrado esta otra edición más dirigida a niños, aunque con los textos íntegros.

Entre todos los que presenta he elegido un cuento de encantamiento La niña de los tres maridos.

El texto, podéis encontrarlo también en esta página web. http://www.rinconcastellano.com/biblio/sigloxix/fernancab_tresm.html
Análisis
Este cuento está dirigido a niños de 6-7 años, es decir, al final de la etapa pre operacional y en concreto en la etapa del pensamiento intuitivo (4-7 años). En esta edad los niños tienen una vida imaginativa muy rica. Le gustan los cuentos predecibles, pero con finales sorprendentes como este. Uno de sus temores es el tener que elegir, al igual que lo que debe hacer la protagonista. Y aquí se presenta un final que les da a entender que no siempre hay que elegir, que se puede llegar a un acuerdo y trabajar en equipo con todas las opciones. El vocabulario es más difícil y la simbología también. Como en los otros dos textos, creo que con explicar algunas palabras sería suficiente. Beneplácito, mohíno, o la frase de “estando en estas tribulaciones” serían las que explicaría a modo de inciso en la narración.
Lo primero es que me ha sorprendido es que existiera un cuento en el que una mujer dijera en voz alta que quería vivir con tres hombres. Es curioso que se permitiera contar en otra época un cuento sobre una mujer que quiere ser polígama y más aún recopilarlo y escribirlo. No es habitual encontrar cuentos en los que aparezcan mujeres con cualidades que podríamos considerar como actuales (tener decisión propia y querer actuar de acuerdo a su forma de pensar). Sorprende además que se la presente como voluntariosa y terca. Las mujeres de la época eran débiles, sumisas y pasivas como Verdezuela que esperó a su príncipe en la torre en lugar de haber pensado como escaparse.
También aparecen elementos muy interesantes como: la magia del espejo, la pócima que resucita a los muertos y la barca que te lleva a cualquier sitio.
Fernán Caballero nos traslada a un mundo de fantasía, de religiosidad… pero al mismo reflexiona sobre la vida real y sobre la continua toma de decisiones en la vida.
Los novios a diferencia de otros cuentos no son príncipes, son simplemente personajes apuestos. Por otra parte, tampoco tienen nombre. Recalcando así que, aunque tienen una función no son los protagonistas. Creo que el verdadero protagonista es el viejo misterioso que se les aparece a los tres novios y los tres objetos que éste les da. La magia está representada por este viejecito -mago que vende objetos con poderes especiales, cuya función es ayudar a los protagonistas a cumplir con su misión.
Al acabar la narración les preguntaría qué les parece lo que hace la chica, de ser ellos la chica, cómo habrían actuado. ¿Qué les parece la idea de tener tres maridos o mujeres?, ¿Cómo sería una casa así?, ¿qué les parece la idea de tener un espejo en que pudieran ver a la persona que ellos quieran? ¿Existe?, y ¿la barca que va a cualquier sitio?, ¿Dónde irían ellos?
Este cuento es muy original y creo que les puede hacer sonreír y desde luego quieran contarlo a sus padres y de esta forma se continuará con la tradición oral.
Sólo una última cosa para acabar. Al principio de la entrada os dije una adivinanza… “¿Qué cosa es que entra en el río y no se moja?”. ¿Sabéis la solución? Muy fácil, ¡los rayos del sol!
No ha sido nada fácil elegir los textos. He leído para este post muchísimos cuentos. Algunos imposibles de adaptar, mucho de ellos no encontraba valores adecuados para trabajar en el aula. Está claro que hay muchos cuentos folclóricos, pero no todos son aptos para trabajar en un aula. Espero que os haya gustado.

REFERENCIAS
Caballero, F. (1986). Cuentos de encantamiento y otros cuentos populares. Barcelona. Érase una vez…Biblioteca de cuentos maravillosos.
Caballero, F. (1986). Cuentos de encantamiento. Madrid. Espasa- Calpe
Caballero, F. (1989). Adivinanzas, acertijos y refranes populares. Madrid. Montena
Cuentos de Grimm. Recuperado de www.grimmstories.com
Documentos del Bloque 1 de la asignatura Literatura Infantil- Grado en Educación Infantil- La Salle. Recuperado de: https://online.lasallecampus.es/pluginfile.php/9344/mod_resource/content/1/CUADRO_Cuentos%20seg%C3%BAn%20edad%20y%20desarrollo.pdf
El cuento de tradición oral y el cuento literario: de la narración a la lectura. Morote Magán, P. Biblioteca virtual Miguel de Cervantes. Recuperado de: http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-cuento-de-tradicion-oral-y-el-cuento-literario-de-la-narracion-a-la-lectura--0/html/673d9489-8bd2-4b3c-afcf-f93ab90342af_7.html
El cuento: Su valor educativo en el aula de infantil (2009). Federación de enseñanza de CC.OO. de Andalucía. Temas para la educación. Recuperado de: https://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd5950.pdf
Labajo Gonzalez, I. (2017). Teoría de la asignatura Literatura Infantil- Grado en Educación Infantil- La Salle.  Recuperado de: https://online.lasallecampus.es/pluginfile.php/9339/mod_resource/content/1/Literatura%20infantil_teor%C3%ADa.pdf
Las 4 etapas del desarrollo cognitivo de Jean Piaget.  Psicología y Mente. Recuperado de: https://psicologiaymente.net/desarrollo/etapas-desarrollo-cognitivo-jean-piaget
Pelegrín, A. (1982). La aventura de oír. Cuentos y memorias de tradición oral. Recuperado de https://online.lasallecampus.es/pluginfile.php/9359/mod_resource/content/1/Pelegr%C3%ADn%2C%20Ana%20%20-%20La%20aventura%20de%20o%C3%ADr.pdf
Rincón Castellano. García, J. (2017). Recuperado de: http://www.rinconcastellano.com/cuentos/index.html
Teoría de Piaget sobre la etapa preoperacional (2012). Psicoequilibrium. Recuperado de http://psicoequilibrium.com/ca/consells/16-teoria-de-piaget-sobre-la-etapa-preoperacional

9 comentarios:

  1. Hola Mercedes!
    Una buena entrada, muy documentada. Cuando hablas al principio sobre estrategias para contar el cuento entiendo que son para contar cualquier cuento, no sólo los folclóricos.
    Creo que Verdezuela y Pulgarcito son cuentos apropiados para la edad.
    Quizás las diferencias con los cuentos típicos que mencionas en el caso del cuento de Fernán Caballero sea porque está escrito por una mujer, ¿no crees? Que no defina a la protagonista como las típicas mujeres de los cuentos, y que los hombres no sean príncipes sino simplemente apuestos. Desde luego tiene bastantes diferencias con los más típicos.
    ¡Ah! la adivinanza yo pensé que era la luna, ¿también sirve no? jaja!

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. Gracias por leer mi post. Es verdad que me refiero en general a cualquier cuento, pero más aun en lo relativo a los cuentos folclóricos. En ellos debemos cuidar más el no cambiar la esencia del cuento.
      Lo cierto es que los cuentos de Fernán Caballero me han sorprendido. Quizá sea como dices, porque es una mujer su visión es diferente y por eso eligió esos cuentos para recopilarlos.
      Y la luna... Pues también vale!
      Un saludo.

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  2. Hola!! en primer lugar decirte que has expresado muy bien la manera en que adaptarías lo cuentos puesto que has dado muchos detalles de cómo lo llevarías a cabo.
    Yo también he elegido el cuento de Pulgarcito y coincidimos en varias cosas con respecto a la adaptación.
    Es una entrada muy completa y se nota que te has informado y documentado mucho sobre el tema, así que solo decirte que enhorabuena.
    La única pega que podría ponerte es que es un poco largo de leer, pero es muy comprensible debido a toda la información que has relatado.
    Por cierto, no conocía el cuento de la niña de los tres maridos y me ha gustado mucho.
    Muchos besos

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    1. Hola Marina, gracias por tu comentario.
      Tienes toda la razón en que es una entrada muy larga. Agradezco un montón que me lo digas. Cuando la subí vi que era muy larga y pensé que debía acortarla. Pero no sabía muy bien qué quitar. Así que genial que tú me lo digas porque así me obligo a revisar la información y a dejar sólo la información más importante.
      Un millón de gracias por la recomendación.
      Mercedes

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  3. Es un trabajo excelente, Mercedes. Enhorabuena.

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  4. Gracias Irune. Disfruté mucho preparando el post. He aprendido muchísimo sobre los textos folclóricos y sobre lo que no lo son.

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